Describe Madoz en su Diccionario Geográfico que “la plaza de Cádiz presenta por su situación una defensa muy favorable. Rodeada por todos lados del mar, excepto en una estrecha lengua de tierra, no tiene que temer ataque sino por este punto. Los muros que la circundan por los otros lados son necesarios para proporcionar fuegos en toda la bahía e indispensables para resguardar a la población de los temporales procedentes del Atlántico. Su trazado es sumamente irregular.”
En el mapa aparecen las construcciones en Cádiz, pensadas para defender ataques desde el mar pero sin olvidar una posible ofensiva desde San Fernando.