En la zona de extramuros en el siglo XVIII se levantaron varias baterías menores con el fin de dificultar posibles desembarcos enemigos en esa zona, como habían ocurrido en 1596 y 1625. Dentro de las mejoras de Ignacio Salas se mandó fortificar tres pequeñas baterías circulares que miraban hacia la otra orilla de la bahía. Fueron conocidas como la del Romano, Primera Aguada y Segunda Aguada.
La batería del Romano es la primera construida siguiendo la dirección desde los Glacis hacia el fuerte de Puntales.
Su construcción fue precaria y poco después de su construcción aparece en los mapas como "vestigios" solamente. Eran de forma circular y reducido tamaño, orientadas hacia el mar sin otra protección hacia tierra que un simple muro de cierre.
Fue construida en 1724 a unos 600 metros del baluarte de Santa Elena en el lugar conocido como Punta de las Vaca. Siglo y medio antes ya se había proyectado un baluarte en este sitio, también conocido como el corral de la Vaca. Sufrió grandes daños en el maremoto de 1755 y tuvo que ser reconstruida.
Durante el bloqueo marítimo inglés tras la batalla de Trafalgar, estas baterías estuvieron pertrechadas y artilladas, por lo que al comenzar la batalla contra los franceses en 1808 estaban preparadas para su funcionamiento. En estos años cobra mayor relevancia la zona de extramuros ante el temor de un ataque. Incluso se mandó construir un nuevo fuerte en el istmo.
Estaba en la conocida como playa de la bahía o del norte y es la primera en dirección desde los glacis hacia el fuerte de Puntales. La línea de costa de esta batería, al igual que la de las Primera y Segunda Aguadas, ha sido superada por posteriores rellenos. Estaría aproximadamente a la altura de la rotonda de las avenidas de Astilleros y las Cortes de Cádiz o el parque Celestino Mutis.
Su nombre provenía del pozo que allí se encontraba, llamado del Romano. Contaba con cuatro cañones. Su alcance no llegaría al canal de la bahía.
Se piensa que fue desmochada para la Exposición Marítima de 1887, sin embargo su localización aparece en un plano de 1910. Nos podemos plantear la duda de que parte de su cimentación y parapeto pueda perdurar aún dentro del Parque Celestino Mutis.
En sus cercanías fue donde se descubrió el sarcófago antropoide masculino. Hasta la explosión de 1948 la zona estuvo y era visitable la necrópolis.