Como se puede apreciar en la imagen eran la más próximas al enemigo. Esta línea se extendía desde el islote de Sancti Petri (A), Punta del Boquerón (B a E) y continuaba a lo largo de la orilla del caño Sancti Petri, frente a las baterías francesas, en la otra orilla (F a M). Una vez llegados al puente Zuazo existían otras (N a R) en zonas próximas a los caños por los que se pudiera producir alguna incursión. Eran posiciones adelantadas a las del puente y de refuerzo a las de la Carraca.
El objetivo principal de esta primera línea era impedir que los franceses cruzaran el caño, pudieran acceder a él a través de la Punta del Boquerón, desembarcar en el lado que da al caño de la playa de Camposoto, o utilizar algunos de los caños desde la bahía o posiciones en Puerto Real para acceder hasta La Isla.
Estaba guarnecida en el centro y derecha por los regimientos de infantería España, Navarra, Guardias Españolas, Órdenes Militares y Almería, Milicias Honradas de La Isla, batallones de instrucción, depósito militar y escuadrones desmontados de caballería de los Guardias de Corps, Voluntarios de España y Dragones de Villaviciosa. En la izquierda, regimientos de infantería Guadix, América y Ciudad Real y algunos soldados de caballería desmontados. Hay que recordar que la mayor parte de lo que quedaba del ejército español se encontraba en La Isla.
La importancia de esta línea defensiva surge a raíz de la instalación en La Isla de la sede del departamento marítimo. Ya no es sólo defensa de Cádiz sino que tiene un valor estratégico pues es sede del arsenal y la dirección general de la armada española.
Las baterías antes indicadas contaban con un total teórico de trescientas ochenta y tres piezas de artillería.
En esta zona combate con frecuencia y fuerza el viento de Levante, el cual mueve grandes cantidades de arena. Esto hace que la mejor protección de los parapetos sea subirlos con pitas, tal como se hacía en las huertas de La Isla y Cádiz, donde se usaban de protección contra el viento y como vallados.