Construida en 1810 para la defensa de Cádiz mediante la unión de los edificios anteriores del Lazareto y Casablanca a una batería circundada por foso y cerrada por la gola.
La batería del Lazareto estuvo situada en el centro de la ensenada que forma Punta Cantera y el muelle de Ossio, en el extremo norte de los terrenos que fueran del marqués del Pedroso, donde se levantó después el taller para munición de mediano calibre.
Sus dos cañones de 16 libras y cuatro de a 8 defendían el espigón que tenía justamente enfrente. A derecha e izquierda estaban los muelles de la Casa Blanca y del Lazareto, el cargadero de piedra para la Cortadura de San Fernando y el muelle de Osio, cuatro posibles lugares de desembarco enemigo, que también defendía con su fuego. Cruzaba sus fuegos con los del reducto de la Cantera y los de la batería de Ossio.
Según la descripción del capitán Carlos de Vargas esta batería era una construcción de paredes débiles que difícilmente habrían resistido el fuego directo, y estaba dotada de fosos estrechos y poco profundos.
No quedan restos de esta batería. En su lugar se levantó una vivienda que estuvo en uso hasta los años 70 del siglo XX, cuando el terreno se expropió para formar parte de la Zona de Seguridad de los polvorines de Fadricas. En la actual Huerta de don Eliseo, cerca del antiguo emplazamiento, en lo que fue el Pinar de Infante, apareció este trozo de cañón con dos balas de hierro de distinto calibre.