Dentro de los proyectos y trabajos para la fortificación de la ciudad de Cádiz y defensa de la bahía gaditana, aparece un proyecto de Ignacio Mullan en 1762. Este conocido ingeniero militar proponía la instalación de una cadena entre Puntales y Matagorda con idea de proteger el acceso al saco interior de la bahía. Esta idea ya se utilizaba en el Guadalquivir para evitar el acceso de embarcaciones enemigas a Sevilla.
El proyecto recogía dos pontones anexos a la cadena con intención de instalar en ellos piezas de artillería que siravieran para su defensa. La distancia a cubrir sería de unos 1.100 metros. Según publica Hilda Martín en Diario de Cádiz : "Para su construcción, se necesitaban doce bateas que sostendrían la cadena con los cables principales que servirían para tensarla. Calabrotes de batea a batea con palos que soportarían dichos cables y castañuelas clavadas por la parte de abajo de los palos para hundir los cables en el agua."
Es términos náuticos la palabra calabrote se refiere a una cuerda muy grande o una cadena muy gruesa, mientras que castañuela se refiere a una pieza que sujeta el final de un cable a una pieza fija (recuerda la forma del instrumento musical).