Chiclana es un término municipal con distintos paisajes pues en en su territorio se alternan: costa, caños, lagunas endorreicas, pinares, urbano, rural y fluvial. El río Iro divide la ciudad en dos partes: La Banda y El Lugar. Nace en las proximidades de Medina y desemboca al caño Sancti-Petri.
Al comienzo del siglo XIX Chiclana había perdido habitantes debido a una epidemia de fiebre amarilla, sin embargo comienza una recuperación por la llegada de comerciantes gaditanos, el auge de las salinas y el aprovechamiento de las aguas termales de Fuente Amarga y Brake. Sin embargo los conflictos y guerras europeas terminarían afectando a toda la bahía.
En 1805 se vivieron las consecuencias de la derrota española en la batalla de Trafalgar. Desde la colina de Santa Ana se pudo ver el paso de la flota hispano-francesa hacia la batalla. Entre los marinos que perdieron la vida se encontraban chiclaneros, incluso un barco francés desarbolado y víctima del temporal terminó naufragando frente a la Barrosa.
La invasión francesa tuvo graves consecuencias para la villa, que estuvo ocupada durante 30 meses por las tropas de Napoleón (desde el 7 de febrero de 1810 hasta el 25 de agosto de 1812). Una época cuyo punto culminante fue la Batalla de Chiclana, o Batalla de La Barrosa, el 5 de marzo de 1811.
El 21 de febrero de 1811 había partido de Cádiz un convoy naval anglo-portugués al que luego se unirían militares españoles. Tarifa era el punto de reunión de las fuerzas comandadas por el teniente general Thomas Graham y el general Manuel de Lapeña. El 5 de marzo llegaron a la loma de la Cabeza del Puerco. La batalla se saldó con la victoria de ingleses, españoles y portugueses.
Es difícil encontrar restos de las baterías y demás construcciones ya que fueron destruidas por las tropas españolas tras expulsar a los franceses. De algunas existe documentación pero de la mayoría no se encuentran más que referencias en antiguos mapas.
El ejército francés estableció su cuartel general en Chiclana. Desde allí concentró las fuerzas destinadas a sitiar Cádiz. La ciudad se transformó en campamento militar dedicado a abastecer forzosamente a un numeroso cuerpo militar, en perjuicio de las actividades agrícolas y comerciales.
Los chiclaneros fueron obligados a jurar fidelidad al rey José Napoleón I, el cual visitó la ciudad cinco días después de la invasión. Se inicia una resistencia ciudadana y las penurias son grandes por cuanto el ejército francés se apropiaba de las cosechas y los animales de trabajo, a la vez que las partidas españolas cercanas procuraban llevarse también todo lo que encontraban.
Construcciones ofensivas en Chiclana:
Batería Villate
Batería Bellune
Fuerte Santa Ana, en el cerro de Santa Ana (cuartel de Artillería).
Castillo del Lirio
Fuerte San Cristóbal, en el cerro de San Cristóbal.
Batería Casa del Pino, en los pinares de la Barrosa.
Batería Le Roi (El Rey), en la playa de Sancti Petri a La Barrosa.
Batería Le Falaise (El Acantilado), en la playa también, enfrentada a las baterías de Sancti Petri.
Reducto Las Flechas, cruza el caño del Alcornocal hasta la playa de Sancti Petri y La Barrosa.
Atrincheramientos franceses desde la casa del Coto al poblado de Sancti Petri.
Batería La Estrella, en Chiclana.
Batería de Chiclana, a la entrada De la Villa.
Reducto Izquierda de López, en Chiclana.
Batería Bethisy, en el camino a Chiclana frente al Marquesado.
Reducto Ancienne Redoute, en el camino a Chiclana en el Marquesado.
Batería San Pablo, en Sancti Petri.
Batería Molino de Guerra, en Sancti Petri.
En este mapa de 1823 aparecen señalados:
24 "Batería Colorada, rehabilitada por los enemigos"
28 "Molino de Bartibar"
29 "Ventorrillo del Álamo, fortificado por los enemigos".
Con el número 26 se ubica la "Batería Blanca o antiguo fuerte de la Estrella, rehabilitado por los enemigos".
En la parte inferior derecha del mapa:
30 Casa del Cotillo
31 Molino de Almansa