Desde antes de la llegada de los fenicios, Cádiz y San Fernando han conformado una única isla, unidos ambos territorios por un tómbolo. Así lo indica la geología y en todos los mapas antiguos siempre se muestra una sola isla para representarlos.
En una fotografía de 2013 disponible en el Visor Geográfico de la Junta de Andalucía se observa un tramo de playa desde Torregorda hacia Camposoto llamado La Albufera. La foto se tomó durante la bajamar y se ve el sustrato de fango que hay bajo la arena de la playa y queda en ocasiones al descubierto debido a los temporales.
En dicho sustrato destaca un canal perpendicular a la costa con unos 15 metros de ancho que se sumerge en el mar. Se trata de la Cortadura de Autrán, que comunicaba Río Arillo con el Océano, separando Cádiz de San Fernando y conectando la bahía con el océano. Este canal es el límite entre Cádiz y San Fernando.
La Cortadura de Autrán aparece en el plano del Puerto de Cádiz levantado por el brigadier Vicente Tofiño en 1789. Fue mandada construir por el teniente general Pedro Autrán, natural de Puerto Real, probablemente mientras estuvo sirviendo en el Departamento de Cádiz entre 1783 y 1789.
Años antes se habían ejecutado en la zona las obras del nuevo Camino del Arrecife, tras los daños que el terremoto de Lisboa y su tsunami habían provocado en el antiguo camino el 1 de noviembre de 1755.
Según José Ramón Barros y Antonio Tejedor en su estudio “El molino de marea del Río Arillo – Un patrimonio por recuperar” el nuevo trazado se consolidó en 1789, acortaba la distancia del antiguo camino y cruzaba Río Arillo mediante un puente coincidiendo con la actual autovía. Este puente estaba formado por dos paralelos con diferentes alturas: uno alto para la carretera del arrecife y otro bajo más estrecho para un camino secundario que discurría por el margen sur de la carretera.
En este otro mapa publicado por la Universidad de Utrecht se puede apreciar también la cortadura de Autrán
Estos puentes impedían el paso de barcos veleros a Camposoto por lo que es probable que los motivos para la construcción de la cortadura fueran no sólo defensivos sino también la demanda por los propietarios de la zona de un paso para que los veleros pudieran continuar entrando al entorno interior del Río Arillo. Tengamos en cuenta que en esa época en la zona había salinas, explotaciones agrícolas y quizás algún molino de marea que usaban el barco para transportar las mercancías.
En cualquier caso la cortadura solo debió funcionar durante unos años ya que en 1798 se inician los trámites para la construcción del Molino de Río Arillo, el cual no tendría sentido si estuviera conectado al mar por la cortadura (porque se escaparía el agua a través de ella restándole eficacia al futuro molino). Por tanto parece que para esa fecha el canal ya se había taponado.
Río Arillo en la actualidad visto en dirección al Atlántico
Molino de mareas de Río Arillo