Refuerza y defiende el flanco Este de las Puertas de Tierra. Fue proyectado en el siglo XVI por el ingeniero Fratín con el nombre de baluarte de Benavides y construido en 1754 con piedra ostionera. Es de planta rectangular y en la zona que da al sur, se conservan los restos de su antiguo foso, utilizado actualmente como parque urbano.
Los baluartes de Santa Elena y San Roque fueron construidos con tierra y fajina (ramas delgadas muy apretadas que servían para reforzar el terraplén de tierra) y más tarde forrados de fábrica de piedra, aunque desde fuera tengan la apariencia de una estructura maciza de roca ostionera. Con ello se conseguía acelerar el proceso de construcción.
La construcción en forma de L de Santa Elena y San Roque definía una amplia explanada a modo de plaza de armas dividida en dos por el camino de ingreso a la ciudad. Para que pudieran resistir un posible bombardeo se construyeron mediante bóvedas superpuestas, que proporcionaban espacios de almacenaje en la planta baja y cuarteles en la superior.
Cuando a partir de 1949 se perforó la muralla para facilitar el acceso al casco antiguo de la ciudad, fue derribada también la línea interior del cuartel de Santa Elena. Resultó menos agredido que el de San Roque.
Está declarado Bien de Interés Cultural y presenta zonas restauradas así como restos de antiguos arrimos en el foso. El tramo del baluarte que da hacia la bahía, está acondicionado como espacio destinado a oficinas municipales y de la Junta de Andalucía.
El lado que conforma el Frente de Tierra, fue hasta hace pocos años cuartel de bomberos. Posteriormente y durante varios años las bóvedas sirvieron de refugio para personas sin hogar. Actualmente alberga el Museo del Títere.
Hacia el lado de la bahía fue creciendo a sus pies la antigua estación de ferrocarril. En la imagen se puede apreciar que aún el terreno era parcialmente inundable. Actualmente el parque de vías de la estación así como los nuevos rellenos han alejado el mar de las murallas.
Con dificultades debido a la vegetación que crece de manera incontrolada, se puede apreciar una zapata al pie de la muralla para resistir mejor los embates del mar.
El lateral que da hacia la estación, presenta un peor cuidado. Se han instalado canalizaciones de desagüe por el exterior, lo cual la afea. Por otra parte la instalación de aparatos de aire acondicionado en las ventanas evidencian el uso administrativo que tiene la construcción, que durante muchos años funcionó como cuartel de intendencia hasta que fue pasando a usos administrativos civiles.
También desde el lado de la estación se aprecian los restos de lo que pudo ser una torre defensiva a modo de saliente. Hoy casi derruida totalmente. Al pie y casi totalmente cubierta aparece una construcción que bien pudiera ser acceso desde o hacia el mar. No puedo precisarlo porque el aparcamiento la cubre casi por completo.
En la zona del foso se aprecian cubiertas similares aperturas que sugieren un uso para acceso al mismo de soldados para defensa del mismo. Al lado opuesto del foso aparece otra abertura, también cubierta y con restos de una cancela, que hace pensar en los accesos a las contraminas (antiguas cuevas de María Mocos).
Finalmente destaca una escaraguita en la esquina que da hacia el baluarte de Santiago.