Era el antiguo cuartel de los Voluntarios Distinguidos de Cádiz. Fue uno de los edificios más bonitos de la ciudad en aquella época. Aunque le llamemos cuartel de San Fernando, tuvo un uso asistencial. Se encontraba junto al Campo del Balón y cerca del hospicio (edificio Valcárcel).
Fue construido en 1802 por el arquitecto Torcuato Benjumeda por encargo de la Casa de la Misericordia en terrenos propiedad de ésta, donados anteriormente por el gobernador militar y político de Cádiz, Conde de O’Reilly. Para sufragar las obras se estableció en Cádiz un impuesto sobre el vino.
La fachada presentaba un aspecto clásico correspondiente al orden dórico. En la parte baja tenía un pórtico de tres arcos y sobre él se eleva el cuerpo principal con cuatro columnas dóricas, culminado con un frontis triangular. Contrastaban las partes adornadas del centro con los espacios lisos de los costados.
El origen de esta construcción fue destinarla a “Hospital de Mal Venéreo'' pero no se llegó a darle dicha finalidad. Debido al bombardeo de la escuadra inglesa dispuso el mando militar el alojamiento de tropas en dicho edificio al objeto de que estuvieran preparadas para impedir un posible desembarco en La Caleta, por considerarse aquel lugar el más amenazado.
Durante la Guerra de la Independencia sirvió para alojamiento de los Voluntarios Distinguidos de Cádiz, en cuya fecha se le dio a su fábrica la denominación de "Cuartel de San Fernando". Fue también cuartel de las Milicias Nacionales en las ocasiones que estas fuerzas populares existieron en nuestra Ciudad.
En 1819, debido a la epidemia de fiebre amarilla, se establecieron distintos hospitales provisionales, uno de los cuales se instaló en este inmueble.
El Ramo de Guerra (Ministerio de Guerra) incautó el edificio para instalar el Parque de Ingenieros del Ejército de Ultramar, que se organizaba en 1820, pero desistió debido a los acontecimientos políticos que se desarrollaron aquel año.
A la izquierda se puede ver el cuartel de San Fernando, a la derecha el hospicio y en el centro la chimenea de la "Empresa Gaditana de Hilados y Tejidos de Algodón al Vapor S.A." fundada en 1846.
En 1826 la beneficencia corría a cargo del Ayuntamiento y con fecha 21 de enero reclamó esta construcción como suya a la Dirección del Arma de Ingenieros. Un mes justo después el Comandante General del Distrito contestó que estaba dispuesto a cederlo si el ayuntamiento pagaba los gastos de trasladar el material allí guardado. Con cargo al municipio en el mes de julio del mismo año se efectuaron diversas obras en este cuartel, que consistieron básicamente la reparación de algunas bóvedas.
Con motivo de la Guerra de África la Junta Directiva del Casino Gaditano acordó el 12 de diciembre de 1859 crear un hospital de sangre para los heridos en campaña, iniciando una suscripción entre sus socios y estableciendo cuotas para estancias a dos pesetas. Se eligió para la instalación del hospital de sangre el Cuartel de San Fernando. El Dr. Orozco Acuaviva escribe que por aquel tiempo el edificio se encontraba en gran abandono, por lo que fue necesaria una importante reforma bajo la dirección del arquitecto Manuel Heredia por un importe de 49.807 reales y 118.325 para su dotación.
Cuartel de San Fernando durante su derribo
Algunos años después y tan pronto se tuvo conocimiento de que el filántropo gaditano José Moreno de Mora proyectaba la construcción de un hospital para los pobres de nuestra provincia, los Diputados por Cádiz Viesca, Marenco y Auñón presentaron el 13 de marzo de 1900 en el Congreso una proposición de Ley relativa a la cesión del Cuartel de San Fernando para que en su solar, una vez derribado, se construyera dicho hospital. Unos días después apareció publicado en la «Gaceta de Madrid» del 12 de abril de 1900, la siguiente Ley:
"…Artículo único. Se cede al Ayuntamiento de Cádiz el pleno dominio del abandonado y ruinoso edificio del Cuartel de San Fernando, de propiedad del Estado, con el exclusivo fin de que se destine a la edificación del Hospital Civil que donará a la provincia de Cádiz, el Excmo. Sr. D. José Moreno de Mora….”
Unos meses después el ayuntamiento procedía a su derribo. Era un edificio que, de haberse conservado, podría ser hoy de enorme atractivo y útil para usos como tienen la antigua cárcel real u otras antiguas dependencias militares próximas que pasaron a ser utilizadas por la Universidad de Cádiz.