Está al final de la playa de Cortadura en Cádiz, junto a la carretera que se dirige hacia san Fernando, justo en la única curva que hay en todo el recorrido. Su ubicación responde a un pequeño saliente a partir del cual se forma una pequeña bahía en dirección a Camposoto que es conocida como “La Albufera”. Además, es el lugar donde se ubicaba la almadraba.
Se denomina así por la torre que se halla en su centro. El reducto destacaba por su solidez, situación dominante, disposiciones interiores y mucha artillería. No obstante sus inmediaciones manifestaban la necesidad de reforzar la defensa con nuevos obstáculos que dificultasen su acceso, con mayor número de fuegos especialmente de fusil y mejor seguridad en sus comunicaciones con el reducto del Ángulo del Camino. La obra se encontraba revestida de mampostería y perfectamente construida.
También figura como castillo de Torregorda, situado en la entonces llamada playa de Santa María. Estaba formado por 4 lados rectos hacia tierra, un frente curvo hacia la playa y una torre fuerte que daba nombre al conjunto. Estaba artillada con 10 piezas de grueso calibre. Posteriormente en 1823 tuvo 8 piezas.
La torre se levantó a principios del siglo XVII probablemente sobre los restos de la antigua torre y almadraba de Hércules, que estaban en la misma zona. Formaba parte del sistema de torres de vigilancia a lo largo de la costa, que permitía transmitir señales de una a otra mediante hogueras o humaredas. Desde esta torre se podían ver las de Sancti Petri, Torre Alta en San Fernando y San Sebastián en Cádiz.
Esta antigua almadraba había sido objeto de disputas, incluyendo ataques y destrucción, entre la casa ducal de Medina Sidonia y la de Cádiz-Arcos. Incluso en el siglo XVI fue asaltada y tomada por musulmanes, teniendo que salir en su defensa la guarnición de Cádiz. También fue útil durante los ataques ingleses a Cádiz a finales del siglo XVI y comienzos del XVII, cuando se hace evidente la necesidad de que contara con personal adecuado que permitiera su comunicación con la Torre Tavira de Cádiz para hacer llegar la infantería hasta este lugar si fuera necesario.
Este antiguo sistema establecía torres a lo largo de la costa con una distancia aproximada entre ellas de ocho kilómetros, lo cual permitía desde cada una avistar la anterior y la siguiente. El sistema comenzaría en La Caleta para continuar por Torregorda, Sancti Petri, Roche, Trafalgar, Barbate, Bolonia, Tarifa… Por el interior comunicaría con Torrealta, Castillo de la Puente (Castillo de San Marcos en San Fernando), castillo del Lirio (en Chiclana), torre de la Victoria (cerca del cementerio mancomunado)… hasta Medina Sidonia. Por otra parte desde la torre de San Sebastián en La Caleta se comunicaba con Rota, El Puerto de Santa María, Doña Blanca… hasta Jerez en la torre de San Dionisio.
Entre 1805 y 1820 dispuso también de un telégrafo óptico. Los movimientos de dos aspas móviles sobre un mástil permitían las comunicaciones con el gobierno militar de Cádiz. Desde ahí partían los mensajes dirigidos a Sanlúcar, Jerez, Medina y Chiclana. Posteriormente, entre 1850 y 1857, tuvo otro de carácter civil, que comunicaba con la Puerta de Tierra y servía de repetidor. De esta forma llegaba hasta Madrid.
Ya en la primera mitad del siglo XVIII se construyó la batería semicircular que rodea la antigua torre. Dirigía la artillería hacia el mar y a la vez protegía el camino entre Cádiz y San Fernando, que pasaba junto a ella.
Con motivo de la invasión francesa se modificó el frente de tierra y creó un foso perimetral. Tuvo un papel importante durante ese período así como cuando llegaron los Cien Mil Hijos de San Luis para reimplantar el absolutismo.
Plano publicado por el Instituto Andaluz de Estadística y Cartografía de la Torre de Hércules, originalmente torre gorda, y terrenos próximos donde debía hacerse en 1740 una fortificación de campaña para cubrir el camino hacia Cádiz .
Al igual que ocurriera con la de San Sebastián, fue derruida hasta el basamento durante la guerra con Estados Unidos para evitar que sirviera de referencia a una posible flota enemiga. Sobre él se levantó en 1932 la torre actual, que subsiste dentro del polígono de experiencias “Costilla”, dependiente del ejército de tierra.
La batería se conserva en buen estado aunque ha perdido el flanco norte, el parapeto y el muro del foso. El foso también está parcialmente ocupado.