Se encontraba en lo que hoy es la base naval. Según el plano de Ignacio Sala, la batería de La Gallina crea su defensa dando forma al suelo en lugar de construir muros. Fue la de menor valor constructivo de la zona ya que apenas contaba más que con un parapeto de tierra.
Tiene la máxima catalogación para un bien cultural (nivel 1) pese a que sus coordenadas geográficas son completamente desconocidas, por lo que no se detallan en su ficha de catálogo. Curiosamente se recomienda su restauración y puesta en valor, pese a no saberse dónde se encuentra. Sería a media distancia entre La Puntilla y Rota.