Es conocido también como Castillo Viejo de Cádiz o Castillo del Teatro. Se construyó en el lugar más elevado del recinto medieval, que era la esquina SE, lugar conocido como "El Monturrio". Actualmente esta zona está rebajada por las obras que se hicieron en la calle San Juan de Dios en el siglo XVIII. Su ubicación sobre el plano actual de la ciudad sería la actual guardería municipal.
Fue mandado construir por Ponce de León y probablemente se utilizaron materiales procedentes del teatro romano. Felipe II ordenó su refuerzo pero no fue suficiente para resistir el ataque del Duque de Essex en 1596. Fue abandonado y utilizado como almacén de pólvora hasta que en 1719 se acondicionó para ser sede de la compañía de guardias marinas. Cuando cincuenta años después se trasladan a San Fernando el castillo queda sólo como observatorio hasta 1798.
Para describir el edificio hay que acudir a antiguos documentos y a la reproducción en la maqueta de Cádiz que se conserva en el Museo de las Cortes de Cádiz. No quedan restos visibles. Sus medidas serían de unos 43 x 25 metros con planta más o menos rectangular.
El castillo contaba con un pequeño patio de armas, que se redujo todavía más por la sucesiva construcción de viviendas en su interior, que acabaron prácticamente por cegarlo. Primitivamente debió ocupar casi la totalidad del espacio delimitado por las torres.
En el siglo XVIII las estancias se habían multiplicado hasta presentar un total de nueve dependencias abiertas, además de los aposentos de las torres para vivienda. Puede decirse que cuando el castillo albergó la Academia de Guardias Marinas, quedó cubierto en las tres cuartas partes de su totalidad.
En la fachada sur, delante de la torre del homenaje, existían dos construcciones anexas construidas al mismo tiempo que el resto del edificio. Son estancias más bajas que la muralla, destinadas a albergar los ganados (carneros y ovejas) y las caballerizas.
El Castillo de la Villa en la maqueta de Cádiz expuesta en el Museo de las Cortes
Fachada oriental. Es probable que este lado del edificio formara parte del primitivo Frente de Tierra con que contó la ciudad antes de desbordar los límites de la muralla. Era el frente de mayor dimensión y daba hacia la calle San Juan de Dios, ocupando 53 metros de calle hasta hasta subir al Campo del Sur.
Defendía sus esquinas con dos torres de planta cuadrada: la Torre de armas, compartida con la fachada N, y la Torre del homenaje, en el extremo SE, donde el Castillo se abría hacia el mar.
El lienzo de la muralla se interrumpía hacia la mitad con otro torreón, el más pequeño de todos, ligeramente inferior al descrito en la NE. No se sabe si era macizo sirviendo de contrafuerte, como aparece en la maqueta de 1777, o tenía alguna escalera porque en el grabado de Simancas aparece un vano.
Ejemplo de merlones albardillados
Entre este torreón y la torre del homenaje se aprecia en la maqueta que el lienzo del muro crece hasta cubrir el primitivo almenado. Los seis vanos abiertos al mismo nivel de las antiguas almenas tenían la misma altura que los del torreón circular.
Por lo que respecta al trozo de lienzo que corre entre el torreón circular y la Torre de armas, se comprueba en la maqueta que existían un total de cinco vanos: tres en el piso superior y dos en el recrecido de la muralla que comunicó el terrado del lienzo con el de la Torre de armas. En este sector del muro se aprecia la ventana de mayores dimensiones del conjunto que, cegada hasta media altura, podría indicar la presencia de un balcón.
Los arrimos en esta fachada son inferiores en altura a los del frente de la calle Silencio. Uno de ellos ocultó la puerta que se abrió en el siglo XVII para entrada y salida de la pólvora de la ciudad. Estaba entre el torreón circular y la Torre del homenaje.
Los arrimos son construcciones pegadas a una muralla. Pueden ser intramuros o extramuros.
En lo que se refiere al almenaje primitivo de este frente, según el grabado de Simancas, ofrece al igual que la fachada norte merlones con albardillas en las torres del homenaje y de las armas, y sin albardillar en la muralla y en el torreón central.
Albardilla (diminutivo de albarda) es un remate o tejadillo en la parte superior de un muro para protegerlo de inclemencias meteorológicas.
Ejemplo de paso de ronda
El lado occidental bajaba por la calle del Silencio. Es el de menor importancia, dado que se encontraba en el interior de la Villa. Arrancaba de la torre cuadrada de la esquina SW, de donde partía el lienzo de muro más largo del conjunto, interrumpido por un torreón circular de proporciones y disposición parecidas al descrito en la fachada norte, con el cual enlazaba dando paso a la misma. Este torreón tenía dos ventanas en esta fachada, una en cada planta de las dos que tenía.
Fue objeto de numerosos arrimos. Son de mayor envergadura que en las restantes, presentando doble planta. Llegaron a alcanzar en altura hasta la mitad del alzado y se cubrieron con un tejadillo a un agua adosado al paramento, cuyo nivel, también aparece visiblemente recrecido con respecto a la altura de la antigua muralla medieval.
El torreón NW tenía almenado sin albardillar. El pequeño cubo central aparece sin merlones de ningún tipo. Puede ser que, al estar en el interior de la Villa, no contase con almenaje. La torre cuadrada, común a la fachada sur, sí se remata con merlones albardillados.
La fachada norte, actual calle del Mesón Nuevo, medía unos 25 metros de longitud y quedaba flanqueada por dos torres que sobresalían del muro, la oriental cuadrada y la occidental circular. Por la proximidad de las torres, esta fachada tiene aspecto macizo y recogido, a lo que contribuye la estrechez del lienzo de muro que las une y la casi total ausencia de vanos.
La torre cuadrangular, llamada Torre de armas, es la segunda en dimensiones del conjunto, con unos 10 metros de lado. Situada en la esquina NE se erguía junto al Arco de los Blanco, dando uno de sus frentes a la calle de San Juan de Dios. Compartía la defensa del arco con un torreón de la muralla medieval. Sobresalía casi 2 metros del muro y, al ser la más antigua, fue la primera que mostró síntomas de ruina. Sin embargo sobrevivió al resto del conjunto. Según la maqueta de 1777, en la Torre de armas se abre una amplia ventana dominando el Arco de los Blanco. En el grabado de Simancas de 1513 aparece otro vano en un posible piso inferior.
Saetera: Abertura alta y estrecha en el muro de una fortificación por la que se disparaban saetas.
En el otro extremo de la fachada, esquina NW, se construyó un torreón pequeño de planta circular y 3 metros de diámetro, al que se accedía desde el patio de armas por una puerta de 1,12 m de luz. Una escalera de caracol debió comunicar esta entrada con el terrado que constituía una avanzada del paso de ronda. En este frente el torreón era completamente cerrado, mientras que ofrece dos vanos en su cara oeste.
Según el grabado de Simancas, el almenado del frente norte alternó merlones albardillados (en la torre de armas) y sin albardillar (en el lienzo de la muralla y en el torreón NW). En 1777 este almenado había desaparecido por completo.
La fachada sur daba hacia el mar, cuya orilla estaba bastante más cerca que en la actualidad. Es la más importante porque en ella se abre la entrada a la fortaleza. Su longitud era aproximadamente igual a su opuesta (25 metros). Se gira respecto a la disposición general de la planta de forma brusca hacia occidente, defendiendo el extremo SE con el bloque formado por la torre del homenaje y una torre circular que la asistía sobresaliendo de la fachada. En la esquina SW había una torre de menor tamaño, también cuadrada, que repartía el flanqueo de esta fachada con el frente occidental; entre ambas se abría la entrada, única al principio, que daba acceso al patio de armas.
La Torre del homenaje destaca por sus dimensiones sobre el resto de la construcción. Tenía planta cuadrada de 12,5 metros de lado y en uno de sus vértices el arranque de una torre circular, que se levanta tangente a ella con poco más de 6 metros de diámetro. Parece que era un recurso para proteger el acceso a la torre: para llegar al interior era preciso acceder desde la plaza de armas al torreón circular y ascender hasta la primera planta del mismo, donde comunicaría con la primera planta de la torre.
Bóveda de arista
En la torre del homenaje se abren dos vanos más próximos al ángulo frente a la calle San Juan de Dios. Las cubiertas de esta torre eran, según Vicente Tofiño, abovedadas, espesas y fuertes. Otros autores (Guillén Tato, Antón Solé, Sánchez Herrero) indican que se cubrieron las salas con bóvedas de arista. En el terrado la torre del homenaje contaba con una construcción exenta para las velas.
Lanzamiento de proyectiles a los atacantes desde los matacanes
El grupo del homenaje es el punto de mayor altura del edificio por ubicarse en la cota más alta de la ciudad y porque el conjunto es más elevado que el resto de las torres. El almenado, según el documento de Simancas, era a base de merlones albardillados, ya perdidos en 1777.
El acceso se realizaba directo desde el exterior sin vestigio de obstáculo previo. En la maqueta la puerta de acceso dibuja un perfil casi adintelado, se abre en la cortina de la muralla con una luz aproximada de 1,40 metros En 1486 el alcaide del castillo entregó a Rodrigo de León un juego de llaves de esta puerta.
Un matacán es una caja de obra, maciza, cubierta y volada, o bien una galería que forma un voladizo continuo a lo largo de la coronación de una fortificación (torre, cortina, muralla…) y en el que el piso en vuelo, perforado, permite el lanzamiento de proyectiles verticalmente para proteger áreas vulnerables, como el pie de las murallas. Durante un asedio o asalto eran un lugar seguro desde el que los defensores podían mirar y arrojar piedras, materiales ardientes y otros tipos de proyectiles sobre el enemigo a través de los orificios.
Fachada sur
Este acceso se protegió con una cornisa amatacanada que volaba sobre la puerta hasta tocar las dos torres que la flanqueaban de manera que el aspecto sería un frente compacto torreado con tres cuerpos sin apenas cortina de muralla, salvo la existente entre la torre circular y la cuadrada, avanzadas para abrigar la entrada.
El torreón SW también presenta planta cuadrada. Comparado con el grupo del homenaje tiene menos altura y dimensiones. La organización interior es paralela: dos plantas y entrada a nivel del patio de armas.
El paso de ronda discurría sobre la cornisa amatacanada, apreciándose una entrada a nivel del primer piso de la torre circular. Este torreón compartía el terrado con el del homenaje. Abría hacia el sur un vano y en la línea inferior a él, aparece otra abertura que parece ser un tragaluz.
No hay indicios del almenado que debió rematar este torreón, al pie de este cual se ubicó un postigo que comunicaba con las dependencias anejas del exterior del castillo.
En cuanto a los arrimos de que fue objeto casi todo el perímetro de la fortaleza, en esta fachada solo se constata la presencia de uno. No se conoce la fecha de construcción aunque sería posterior a 1648 puesto que ciega el postigo que se localizaba al pie de la torre circular y que en esta fecha estaba aún abierto.