1895
Cuando en el siglo XIII Alfonso X conquista y repuebla la Bahía de Cádiz, se inicia el proceso de fomento de las actividades navales, actividad que se vio beneficiada por el descubrimiento de América y el intercambio comercial con el Nuevo Mundo.
El Carenero de La Isla de León fue edificado en tiempos de los Reyes Católicos junto al puente Suazo sobre un antiguo edificio romano para la construcción y reparación de las embarcaciones que entraban por el Caño de Sancti-Petri en la orilla de Puerto Real.
Carenero es el sitio donde se carena (repara o compone) el casco de una nave para darle estanqueidad y eliminar moluscos adheridos a él, que ocasionan pérdida de velocidad.
En 1483 los Reyes Católicos deciden fundar una nueva puebla en el territorio desmembrado del extenso predio jerezano, que sería nombrada Puerto Real. La nueva fundación llegó a adquirir un gran protagonismo al encontrarse en su predio tres de los cuatros centros fabriles más importantes relacionados con la construcción, carenado y fabricación de elementos auxiliares para los buques: el Carenero del Puente Suazo, el Trocadero y el Arsenal de La Carraca, todos en el saco interior de la bahía. En el siglo XVIII según el catastro de Ensenada Puerto Real contaba con 83 carpinteros de ribera y 63 calafates.
Puebla: población, pueblo o lugar.
Predio: tierra fuera de las poblaciones dedicada a uso agrícola, pecuario o forestal.
El calafate se encargaba de calafatear: cerrar las juntas entre las maderas de las naves con estopa y brea para que no entre el agua.
Hay que tener en cuenta que el intenso comercio con América hizo adaptar la flota española para la llamada “Carrera de Indias”. Era necesario mejorar los barcos y al mismo tiempo organizar flotas de barcos con mercancías y protección de la Armada para enfrentarse a los ataques de piratas y corsarios, los cuales solían ocurrir al aproximarse a nuestras costas.
Es un claro exponente de la importancia que la industria naval tuvo para la zona. Su función original consistía en el carenado de los barcos, para lo que era necesario el uso de brea, azufre, estopas, tornillería, clavazones y maderas. Esto obligaba a una posterior limpieza de los caños cercanos. Con la dinastía de los Austrias el carenero fortaleció su desarrollo obteniendo la denominación de “Real Carenero”. Centró así sus actividades en las fábricas de motonería (conjunto de cuadernales y motones [poleas y garruchas] para el trabajo de los cabos de un buque), lanas y jarcias (conjunto de cabos [cables] que forman parte del aparejo de un buque de vela), almacenes de aprovisionamiento e instalaciones de carenas.
La brea es un subproducto del petróleo, que se podía encontrar en yacimientos de alquitrán. Junto con sebo y aceite de pesado, se usa en caliente para calafatear y pintar las maderas y jarcias.
El acceso al carenero se efectuaba por la Puerta del Real, situada en la carretera de Puerto Real al astillero. En 1717 constaba de: almacén de artillería, sala de armas, capilla, cuarto del capellán, alojamiento para oficiales de teneduría y contaduría; obrador de armeros, cuerpo de guardia, casa del capitán de maestranza y almacén de madera.
Estopa: parte basta o gruesa del lino o del cáñamo que queda en el rastrillo cuando se peina y rastrilla. También es la jarcia vieja, deshilada y deshecha, que se usa para calafatear.
Teneduría: arte de llevar los libros de contabilidad.
Contaduría: oficina donde se llevan las cuentas de una institución, administración…
Maestranza: conjunto de talleres y oficinas donde se construyen y recomponen los montajes para las piezas de artillería, buques de guerra, así como los carros y útiles necesarios para su servicio.
Hasta 1724 se crean otras instalaciones como el cocedero de brea, cuarto para el cocedor, muelles de madera para recibir y embarcar materiales, un almacén para el alquitrán y otro para cosas varias.
En este lugar se custodiaban y armaban las flotas y galeones que zarpaban para las nuevas Indias Occidentales. Los que más frecuentaban las instalaciones, eran los buques de las Armadas del Mar Océano, Flandes e Indias.
Las flotas eran agrupaciones de barcos que realizaban el viaje entre la península y América. Solían ir escoltadas por barcos de guerra para minimizar los riesgos de ataques de piratas, corsarios o barcos enemigos. Desde 1522 se financiaba la seguridad de las flotas mediante la “avería”, que era un impuesto que se pagaba hasta 1600 sobre las mercancías transportadas. Se creó la Armada de la Guarda de la Carrera de Indias y más tarde la del Mar del Sur y la de Barlovento.
Los galeones eran barcos de grandes dimensiones con tres o cuatro palos, que partían habitualmente del puerto de Cádiz hacia América. Existían diferencias entre los galeones españoles según el lugar de la península donde se construyeran y también respecto a los portugueses, incluso durante el período en el que las dos coronas estuvieron unidas. Había galeones de guerra y mercantes.
En su parte externa, pegado a la cerca y a la altura de los almacenes, se crearon otros dos nuevos: el primero para guardar la madera, alojamiento de peones y obrador de motoneros; y el segundo como obrador de los maestros de velas de los navíos y fragatas, así como cuarto para el carbón.
La fragata era un buque de guerra que tenía tres palos con cofas y vergas en todos ellos. Cofa es un espacio plano fijado en los palos de un barco para facilitar las maniobras de las velas altas o hacer fuego desde allí. La verga es un palo horizontalmente en un mástil y que sirve para sostener una vela cuadrada.
Adosado a la cerca, se hallaba una construcción de madera para la infantería y unas casas pequeñas del mismo material, que servían de obrador para los carpinteros, torneros, faroleros etc.
Fuera del recinto del Carenero y al otro lado del puente Suazo se edificaron una tienda, una taberna y un habitáculo de dos pisos que en un principio se dedicaron a maestranzas y posteriormente fueron usadas para alojamientos de maestres, escribanos y otros funcionarios empleados en el Carenero. En el fortín que protegía la entrada del Puente por el lado de Puerto Real se estableció un nuevo cuerpo de guardia.
Maestre: hombre a quién después del capitán correspondía el gobierno económico de las naves mercantes. Maestre de jarcia era el encargado de la jarcia y de los cabos en los buques.
Adosado a la cerca, se hallaba una construcción de madera para la infantería y unas casas pequeñas del mismo material, que servían de obrador para los carpinteros “de lo blanco remolar” (carpinteros de remos), torneros, faroleros etc.
Fuera del recinto del Carenero y al otro lado del puente Suazo se edificaron una tienda, una taberna y un habitáculo de dos pisos que en un principio se dedicaron a maestranzas y posteriormente fueron usadas para alojamientos de maestres, escribanos y otros funcionarios empleados en el Carenero. En el fortín que protegía la entrada del Puente por el lado de Puerto Real se estableció un nuevo cuerpo de guardia.
Maestre: hombre a quién después del capitán correspondía antiguamente el gobierno económico de las naves mercantes. Maestre de jarcia era el encargado de la jarcia y de los cabos en los buques.
Fue precisa la incorporación de centenares de hombres de distintos oficios. Por las certificaciones de Pedro de Miranda, que llevaba las cuentas y faenas en el surgidero del Puente Suazo, se aprecia la gran cantidad de personal civil que acudía al mismo, especialmente de la Isla, con independencia de las listas que muestran por ejemplo que en un solo navío, la “Virgen de Grazia”, se repartieron 610 raciones.
Surgidero: lugar donde dan fondo (fondean) las naves.
La llegada a San Fernando de mano de obra cualificada con sus familias generalmente del norte del país, donde existía una importante tradición de construcción naval, da lugar a un importante incremento de la población. Se instalaron en los alrededores del astillero y castillo de San Romualdo, pese a que la Real Cédula de 22 de septiembre de 1651 prohibía la construcción de casas en su entorno.
En estos años los salarios recibidos por estos trabajadores suponían el doble de lo percibido en sus lugares de origen. La decadencia del país tras los malos reinados de los Austrias supuso también la decadencia del lugar. A la muerte de Carlos II sólo quedaban en el lugar doce galeones, que eran inoperativos.
Felipe V ve la necesidad de reconstruir la maltrecha flota así como las instalaciones para su construcción y mantenimiento pero no tiene presupuesto suficiente. Se descarta comprar barcos a Francia o los reinos italianos y se decide construir en La Habana.
Así y todo el carenero recibe un nuevo impulso al aprestarse en él los buques que participarían en el bloqueo al puerto de Barcelona entre el 25 de julio de 1713 y el 11 de septiembre de 1714, obstaculizando los suministros para los partidarios del Archiduque Carlos, aspirante al trono por la casa de Austria.
Los planes de Patiño para construir el arsenal de La Carraca consideraban el carenero como la avanzadilla y soporte donde se arbitrarían recursos para la construcción del arsenal. Esto provocó la decadencia del ya antiguo carenero a medida que aumentaban las actividades en el nuevo arsenal. También el cada vez mayor tamaño de los buques dificultaba su llegada hasta él y su ubicación tierra adentro facilitaba su ataque. En 1724 se inicia el desmantelamiento y termina en 1779. En 1786 se aprueba un presupuesto para que los almacenes del real carenero fuesen transformados en cuartel para las tropas de marina, función que mantuvo hasta bien entrado el siglo XIX.
Durante este siglo fue utilizado como pequeño varadero, almacén, bodega e incluso lazareto-hospital a raíz de un brote de fiebre amarilla en Cádiz en 1804. No consta su uso durante el asedio francés ya que la defensa corría a cargo de las baterías próximas. Con la llegada de nuevo del ejército francés bajo el mando del duque de Angulema (1823-1828) y ante la posibilidad de una nueva epidemia de fiebre amarilla, hubo que reubicar a las tropas de artillería en las cuadras del carenero. En 1919 fue usado de nuevo como hospital con motivo de otra epidemia.
Varadero: lugar donde varan las embarcaciones. Varar una embarcación es sacarla a la playa y ponerla en seco para resguardarla de los golpes de mar o repararla.
Tras su falta de uso a finales del siglo XIX y principios del XX las instalaciones son vendidas a particulares siendo sede de un taller de ferrallas, almacén de materiales de construcción, chatarrería, vulcanizado, almacén de aguardiente, restaurante, prostíbulo...
Ferralla: chatarra y también estructura de hierro que forma el esqueleto de una obra.
Su declaración como Bien de Interés Cultural en 1996 ha evitado su derribo pero no agresiones como que el escudo borbónico de piedra caliza del frontispicio de la capilla así como la lápida bajo el mismo se encuentren en el jardín del edificio Almirante Diego Brochero de la Escuela de Suboficiales de la Armada. Lo mismo ocurrió con dos pequeñas esculturas que se encuentran en el ayuntamiento de San Fernando. Unos dicen que se trata de San Servando y San Germán, lo cual es puesto en duda ya que ambos suelen aparecer como legionarios romanos. Estas esculturas portan una especie de toga, lo que lleva a pensar que sean San Sebastián y San Roque, patronos de Puerto Real y a los que se les invoca protección frente a la peste, algo que se temía siempre que trajeran los barcos que llegaban.
Con motivo del bicentenario de la constitución de 1812 se rehabilitaron el carenero y las baterías del entorno. Pese al dinero gastado y las promesas el lugar sigue sin uso dado el desinterés de Puerto Real y la falta de competencias del ayuntamiento de San Fernando. Probablemente dentro de poco estaremos de nuevo hablando de su deterioro y peligro de desaparición, como el molino de Río Arillo.